Introducción a los Moodsters:
Denise Daniels, una destacada profesional en salud mental infantil, desarrolló los Moodsters como una herramienta educativa para ayudar a los niños a entender y manejar emociones fuertes que pudieran generar traumas.
Cada personaje, Oolvia (rosado), Zip (amarillo), Sniff (azul), Roary (rojo) y Shake (verde), representa una emoción específica, utilizando colores para identificar cada sentimiento: amor, felicidad, tristeza, ira y miedo, respectivamente.
Daniels inicialmente introdujo los Moodsters a través de un episodio piloto en YouTube en 2007 y posteriormente lanzó una línea de libros y juguetes entre 2012 y 2013.
Relación de Daniels con Disney:
El proyecto de los Moodsters fue preparado y presentado a varias compañías para su desarrollo como producto audiovisual, entre las cuales Disney y sus empresas aliadas siempre fue un objetivo.
Entre los años 2005 y 2009, Daniels alega que estuvo en contacto con varios trabajadores y ejecutivos de Disney, entre los cuales destaca al hijo del fundador, Roy E. Disney y Pete Docter.
Sin embargo, en el año 2010, Disney empieza a desarrollar la película Inside Out o Intensamente como es llamada en Latinoamérica, que se estrenó en 2015, sin apoyo ni participación de Daniels. La película, dirigida por Pete Docter, es la historia de cinco emociones antropomórficas: Alegría, Tristeza, Miedo, Desagrado e Ira, que viven en la mente de Riley, una niña de 11 años.
La demanda de Daniels y The Moodsters Company:
En 2017, Daniels y The Moodsters Company presentaron una demanda contra The Walt Disney Company, alegando que la película Inside Out infringía sus derechos de propiedad intelectual al utilizar conceptos y personajes similares a los Moodsters sin haber recibido compensación alguna por ello. La demanda se centró en la presunta existencia de un contrato implícito que habría sido incumplido por Disney.
La respuesta de Disney:
Disney argumentó que Daniels no había registrado debidamente sus derechos de propiedad intelectual sobre los Moodsters, incluyendo el producto denominado "The Moodsters Bible" y el episodio piloto de la serie animada estrenada en Youtube, lo cual debilitaba sus reclamos de infracción. Además, Disney defendió que Inside Out fue concebida independientemente por Pete Docter, director de la película, basándose en experiencias personales y no en los Moodsters.
Análisis del Caso:
Sobre la aplicación de la protección de propiedad intelectual a personajes originales:
Lo primero a tener en cuenta es que no todas los personajes pueden ser protegidos por derechos de propiedad intelectual. Para ello se aplican dos test:
Test de Towle:
El personaje debe tener cualidades físicas y conceptuales definidas.
El personaje debe estar lo suficientemente delineado para ser identificable y reconocible como el mismo personaje en donde sea que aparezca.
El personaje debe tener cualidades y expresiones distintivas.
Al aplicar este test la Corte pudo observar que, si bien se cumplía el primer presupuesto, los demás no se acataban adecuadamente.
El segundo requisito no se cumple porque los personajes no tienen características físicas ni conceptuales que los hagan identificables. En este caso, hay que considerar que existen personajes que puede cambiar de apariencia en cada aparición, pero tiene características conceptuales tan marcadas que son plenamente identificable, como es el caso de James Bond y Godzilla.
En el caso de los Moodsters, estos sólo habían aparecido tres veces ante el público, sin embargo en cada aparición tanto los nombres como la apariencia de los personajes eran diferentes:
Los Moodsters en su primera aparición en 2007
Así mismo, los personajes empezaron a ser emitidos en YouTube (2007) teniendo características marcadas en cuanto a su personalidad simplemente actuando de acuerdo a la emoción a la que representaban, sin embargo en (2015) el concepto cambión y eran “detectives de emociones” que ayudan a los niños a entender cómo se sienten frente a las situaciones en la vida.
El incumplimiento del segundo requisito, hace que no se pueda cumplir el tercer requisito, ya que la falta de consistencia en sus características hace que el personaje no sea identificable siempre que aparezca, y en consecuencia no tiene características distintivas.
2. Test "the Story being told" o Test de Warner Bros.
En este caso, los personajes pueden ser objeto de protección, sin cumplir los requisitos de identificabilidad, si son esenciales para desarrollar la historia a la que pertenecen y no son personajes prescindibles.
Para el caso de los Moodsters tampoco se puede aplicar esta protección, debido a que no se observa una consistencia y compromiso en el desarrollo de los personajes que constituya una historia siendo contada a través de ellos, por el contrario, solo son elementos usados para contar una historia ajena a ellos.
Protección de las ideas:
Daniels aduce que, si bien es cierto que sus personajes no cumplen con los requisitos para ser protegidos por los derechos de propiedad intelectual, es claro que la idea detrás de Inside Out está basada en su desarrollo de los Moodsters.
Sobre este argumento, la Corte de apelaciones de California dispuso que las meras ideas no son objeto de protección de derechos de propiedad intelectual, por lo que no puede haber una infracción sobre las mismas. Esto en el sentido de que, el solo hecho de utilizar colores para representar emociones no es lo suficientemente distintivo para ser objeto de protección por derechos de propiedad intelectual, ya que la conexión entre emociones y colores es de uso común en varias disciplinas (el uso de la teoría del color en psicología, marketing y en los libros infantiles).
En ese orden de ideas, como ni los colores ni las emociones son objeto de protección de propiedad intelectual, Daniels no puede registrar una idea basada en colores representando emociones, plasmado en personajes que no son lo suficientemente identificables.
Sobre la existencia de un Contrato Implícito entre Daniels y Disney:
Para determinar la existencia de un Contrato Implícito se ha dispuesto el siguiente Test:
La demandante es la creadora de la obra.
La obra fue extendida a la contraparte para ser vendida.
La divulgación de la obra se hizo en circunstancias tales que se podría concluir que el destinatario aceptó voluntariamente la divulgación conociendo las condiciones en las que se licitó y el valor razonable del trabajo.
La Corte dispuso que, si bien estaba probado que los Moodsters era una creación de Denise Daniels, las meras conversaciones que alega sostuvo con el personal de Disney, de las cuales no hay pruebas suficientes, no son suficientes para entender que existe un Contrato implícito, de hecho ni siquiera se pudo establecer que hubo una oferta de pago por la divulgación por parte de Disney.
Conclusión:
Es indudable que Denise Daniels posee los derechos de autor sobre los Moodsters, pero esto no necesariamente implica que la obra pueda ser objeto del derecho de protección de propiedad intelectual, de hecho, en este caso se observa de lado y lado como la misma idea ejecutada de forma adecuada puede ser debidamente protegida al observar los requisitos indispensables para poder reservar y proteger del uso indebido a nuestras creaciones.
Escrito por:
Gerente General
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